Recuerdo desde bien jovencito las imágenes de Mayo del 68. Recuerdo esa necesidad de acercarme a lo que pasó allí. Recuerdo mirar las fotos y ver documentales intentando leer en las miradas, saber que pasaba por aquellas mentes. Que soñaban, como querían hacer realidad ese sueño. Recuerdo las fotos de Dani el Rojo y de Simon de Bauvoir, de Sartre y de las barricadas. Luego les leí, les seguí en la distancia. Recuerdo el desasosiego, el guisante en el colchón. Las cosas que no me dejaban dormir y que aun a veces no me dejan. Recuerdo los tres meses durmiendo en la castellana para defender el 07, recuerdo las noches de encierro en la universidad pidiendo más becas. Y sé que ellos con su ejemplo me ayudaron a dar pasos que quizás no me habría atrevido a dar de otra manera. Les miré, como a Paquita Sauquillo o a Mendiluce, con admiración y les emulé en lo que pude y supe. Por eso ahora me alegro de que Daniel Cohn-Bendit haya vuelto a entrar en el Parlamento Europeo, y que otra vez el haya dado una sacudida a las soporifera campaña electoral francesa.
Y saben un de las cosas que más me gustan? Que ya fue eurodiputado alemán, y ahora lo será francés. Así se crea Europa. Rompiendo fronteras y agitando consciencias.
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