Es algo parecido a muchos matrimonios, "me encantas", te quiero, ya te cambiaré". Muchas empresas compran otra empresa de gran valor, atractiva para sus planes de negocio y poco a poco la van hundiendo hasta que el valor que tenía la empresa comprada desaparece para siempre. Es el caso de Telefónica y Lycos. Claro ahora nadie puede reclamar a Villalonga o a los directivos de entonces la nefasta gestión pero el caso no puede ser más representativo. En mayo del año 2000 Telefónica compró una empresa .com, agil y con un equipo directivo ambicioso y creativo. Se fueron los directivos, se fue el talento y quedo una marca que ni siquiera se supo utilizar. Al final la T se ha comido todo y de Lycos solo quedan las migajas por lo que se vende ahora. Es lo que tiene la nueva economía, antes comprabas edificios, fabricas y maquinaria, ahora compras sobretodo talento, un estilo, una forma de hacer. Y eso hay que cuidarlo.
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