El pasado 7 de Octubre se celebró la
Jornada Mundial por el Trabajo Decente. Pasó sin pena ni gloria y escasa repercusión. La globalización ha cambiado muchas cosas y entre ellas nos ha traido a la puerta de casa problemas que creíamos superados. Las condiciones laborales en la mayor parte del mundo rozán la esclavitud. Aquí en nuestra Europa desarrollada creíamos que ese problema no nos afectaba que nosotros ya habíamos pasado por eso. Ahora cada vez más ven como todo esta relacionado, como empresas que estaban aquí se van a paises con menores derechos laborales por las mismas razones que en su día vieron aquí. Pero no es el dumping laboral el único problema, el trabajo forzoso, el trabajo infaltil, la seguridad en el trabajo (hoy ha muerto otro trabajador en Madrid), el moving del que Olga realizó numerosos estudios y que son los malos tratos llevados al ámbito laboral.
Dificilmente tendremos una sociedad sana y luminosa si no tenemos una con trabajo decente.
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