
"Una persona puede morir feliz si ha conseguido hacer algo por la sociedad. Al decir "algo" me refiero a una acción, una sola, de autentico metito. Con eso suele bastar. Consideren pro ejemplo a Winston Churchil, un charlatán bebedor e impulsivo, ehibicionista, ingenioso pero inconstante, capaz de cometer las ideoteces más extraordinarias; todo eso es cierto, como lo es que en un momento dado durante la batalla de Inglaterra, se convirtió ennun regalo del destino y en la única luz que iluminaba Europa. A escala mucho menor, también Gordob Brown ha tenido su momento. Es torpe, aburrido, soberbio y propensao a la abstracción. Sim embargo, en el momento más ociso de arranque de esta crisis (el final ni se intuye aún), Brown trazó una ruta. No sabemos aun si la nacionalización parcial de la banca servirá para algo. A nadie, sonrisas al margen, se le ha ocurrido nada mejor.
Evidentemente, el gran Churchill es el que pronuncia discursos bajo las bombas. Y el mejor Bronwn es el que en unas horas traza un plan de emergencia. Nos interesan por su momento de gloria. Lo demás es letra pequeña que vuela con el tiempo."
Eric Gonzalez. El Pais. Octubre 2008.
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