Mi madre, como no, el otro día me abrió una nueva ventana. Fui a su casa a comer, y cuando ya me iba, como quien no quiere la cosa me dio una revista. Mi madre sabe que puede que no siempre preste atención cuando me hablan, pero que si alguien me da un papel al final lo leo. Es una adicción, lo leo todo. Ya se lo he avisado a mis chicos, cuidado con lo que escribis que yo luego lo leo. Puede pasar unos días, unas semanas o el tiempo que sea pero no puedo evitar leerlo todo. Eso incluye revistas, periodicos, publicidad y hasta los folletos del carrefour...
La revista que me dió es de la Fundación ANANTA. Una iniciativa estupenda y necesaria que viene a cubrir un vacio que existía. La de la desconexión entre el mundo empresarial y el espiritual. Muchisima gente trabaja en la empresa, es decir dedican más de la mitad de su vida a trabajar y relacionarse en un entorno empresarial. Es lógico pensar que en ese entorno también están cambiando los paradigmas y que hay todo un desarrollo energético y espiritual que se está abriendo paso. Esto incluye desde los lideres emocionales de Goleman, a las iniciativas de Responsabilidad Social Corporatica (RSC), o a estudios como los de Manuel Escudero sobre el papel social de la empresa.
Juntar en una publicación a Garrigues, Mayor Zaragoza y Ramiro Calle es una osadía que permite analizar la realidad desde una nueva perspectiva. Faltan valientes en este mundo para mirar nuestro alrededor a través de espejos cóncavos.
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