Me encanta ganar. Nunca he creído en lo importante era participar. Lo importante es ganar, o por lo menos ganarse a uno mismo, hacerlo cada día mejor. Esa es la base de la superación. Siempre he practicado Judo y allí no hay excusas. Es un deporte individual en el que todo depende de ti, no puedes culpar al equipo ni a los compañeros. Si no estás rápido acabas en el suelo y antes de que te des cuenta te estrangulan o te luxan un brazo. En la empresa es diferente, el trabajo del equipo lo es todo. Pero la capacidad de superarse, de hacerlo mejor cada día se mantiene. Decía Ortega que minoría selecta no es el petulante que se cree mejor que los demás sino el que se exige más que los demás aunque no logre en sí mismo sus propias exigencias. Es una actitud. Un espíritu de superación. Estoy muy orgulloso del trabajo de mi equipo durante el 2007 que nos ha llevado a ganar el premio en el último Sales Kick Off en Berlin. En solo 8 meses hemos situado a Iberia en la vanguardia de las ventas de telecomunicaciones. La suerte no existe. Existe el esfuerzo, la voluntad, la constancia, el método. Nos quedan muchas cosas por mejorar. Cosas que chirrían, factores que aun no funcionan como deberían. La mejora no es una meta, es un proceso.
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