Ya he escrito varias veces aquí sobre la Ministra Garmendia y su solvencia. La semana pasada de nuevo en un acto organizado por la
Fundación Ideas hizo una extraordinaria exposición sobre las políticas de innovación y su necesidad ahora más que nunca. Un mensaje esencial y alejado de muchos discursos de innovación que hemos oido durante años fue el asumir que la innovación tiene que salir de los laboratorios y entrar en las empresas, sobretodo en las PYMES. De nada vale cietificos estupendos en los laboratorios públicos o en las uNiversidades. El verdadero valor de la innovación como motor de transformacióne coníca es cuando entra en el tejido productivo, en la generación de riqueza y de empleo de la mano de las empresas. Evidentemente hay empresas grandes que invierten e invierten bien sobretodo en sectores que eran considerados innovadores por su propia definición y valga Telefónica como ejemplo pero qué pasa cuando se invierte en innovación también en sectores de los llamados tradiccionales, p.ee la construcción, se imaginan el grado de mejora de la competitividad que pueden tener? sino que le pregunten a Sacyr. Y en la hostelería? como sino ibamos a conseguir tener a cocineros entre los mejores del mundo.
Un secreto que me contaron y que espero que se pueda contar: A los Ministros de Innovación de la UE les van a llevar a una sesión con nuestros cocineros estrella, la innovación aplicada a un sector tradicional. Innovación que genera riqueza en todos los sectores. Genera imagen de marca. La marca España ya no solo es toros y paella. Aprovechemoslo.
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