CEAR, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado es una organización a la que siempre he mirdo con cariño. Desdela época en que la dirigía Juan María Bandrés mezcló acertadamente la parte asistencial y de asesoría con la rehibindicación política. A veces se confunde política con partidismo pero es lógico que una organización como CEAR tenga que tomar picionamientos políticos. Es en la política donde se hacen las leyes que luego repercuten en derechos como el asilo y el refugio. Los datos son preocupantes, según el informe anual que acabo de recibir durante el ultimo año solo se recibieron 4000 solicitudes de las que la mitad fueron rechazadas sin trámite. Al final solo 150 personas vieron reconocido su derecho de regugio. Es dificil creer que en la situación actual del mundo solo 150 personas hayan llegado a España siendo perseguidas en su pais por sus ideas politicas, raza, creenci religiosa, orientación sexual etc, con peligro cierto para suintegridad física. Más bien es el resultado de años de ir cohartando un derecho humano. De ir cerrando el embudo para que no vengan más. Lo que les pasa a lo que no aceptamo nunca lo sabremos, si acaban en la carcel, torturados, ejecutados o si al final lograron que algún otro país les acogiera.
Las perspectivas de futuro no son mejores. De cara a la Presidencia Española de la UE que empieza en unos meses Pacto Europeo por al Inmigración y el Asilo en plena situación de crisis y de restricciones cada vez mayores a los movimientos tranfronterizos de personas. Y es justo en estas situacione de crisis cuando más sufren los colectivos más vulnerables y más sería necesaria nuestra acción y solidaridad. Me temo que no es ese el camino en el que estamos.
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